Alguna vez?

Alguna vez se han congelado tus pensamientos
volando a alguna otra estrella interestelar?
Alguna vez… has tenido miedo a seguir con vida,
a despertar mañana?
Alguna vez te has recostado a dormir con taquicardia
asustado por tener que dormir y
despertar mañana?

Mi carne es la carroña del desierto

devorada por buitres

seca y sucia

putrefacta y fétida,

podrida por la luz del sol

en cada átomo de mi cuerpo.

Escudriñada en todos mis escondites.
Desnuda, desprolija. 

Por favor, ya no hables más…

Alguna vez has te has sentido desesperado
como si te hubiesen prohibido tener esperanza?

Voy hacia ti
persigno tus labios con mi lengua.
Te invito a beber mi sangre,
toda.

Ves que todavía sonrío,
que me rio de ti?
Puedes ver cuando bailo despojándome de mi ropa
y de mis ataduras materialistas?
Ya has visto que enterré mis pies en la tierra
sin echar raíces?
Has sentido cuando te toqué?

Oh...! Todavía intento perderlo todo…
Todavía intento flotar entre algunos brazos,
dentro de alguna boca sedienta.

Oh…!
Todavía me lanzo al vacío para sentir como caigo…

Mi mejor recuerdo

Para los cinco.


Estoy lista para escribir
pero no para aprender de lo vivido.
Iré al campo al medio día, cuando la luz todavía asecha.

He visto mi casa a lo lejos pero no logro alcanzarla,
ni llegar,
ni tocar con mis pies el suelo.
Sé que están aquí pero no logro verlos…

El camino es cuesta arriba
pero es sólo nuestro,
como sólo nuestro es este sueño.

Esto es lo único que existe
nosotros y ustedes,
y esta cajita de madera que empujo
donde sé que están,
donde los guardo para sacarlos a soñar,
a veces.

Eso es lo único que deseo guardar para mí,
mi mejor recuerdo,
el de un sueño
en el que mis pies no tocan el suelo,
en el que camino a casa con ustedes.

Y mientras camino cuesta arriba
estoy muy contenta porque están aquí
en la cima mundo.
No hay nada más que pueda desear o decir,
solamente esperar llegar a casa para abrazarlos
y no despertar jamás de este sueño.

Yo no quiero ir al cielo

Yo no quiero ir al cielo

Quiero subir a un rascacielos

y arrojar el gran peso que cargo encima.

No me quiero bajar

de esta montaña rusa con vida.

La película todavía no se proyecta sobre mí,

todavía no me aniquila.

No

No quiero ir al cielo,

quiero mi paraíso artificial,

una droga asesina,

aquí y ahora.

No puedo esperar.
Quiero bailar,

reírme de mi

como si fuese mañana,

como si hubiese amanecido.

No

Muchas gracias pero no.

No quiero que me quites la esperanza.

No y 24 horas no.

Puedes tragarme sorbo tras sorbo

y observar como me consumo.

La cocaína está servida en la mesa,

hay una copa de vino también.
Esta vez no me equivoco

aspiraré algo mejor que ser.

Te dejaré creer que me salvas.

No deseo ir al cielo,

ya no le temo al sufrimiento, ni al infierno.
Y después de tanta espera, no habrá valido la pena

quedarse atrapada

mientras.

Al cielo se va descalza,

después de un largo peregrinaje

lleno de espinas que se te clavan,

cuando caes e intentas sujetarte a lo que sea.

A una mentira blanca

aunque no sea suficiente para poder sujetar

tu fe, siempre se desprende.

Esa fe que por momentos desaparece…

Al cielo no voy

porque si hago algo bueno, es porque así lo deseo.
Ya tuve suficiente.

No hago bondades para merecer el cielo.

Señor, no quiero ir al cielo,

no deseo más, del cielo y sus dogmas asfixiantes,
no más voto de obediencia irracional,
ni absolutismo
porque soy libre
para morir y escoger cuando.
No seré una ilusa,

tengo las palmas de mis manos aun para ocultarme de la luz

para que no me haga daño.

Me he vestido y me he desnudado como en el Edén

pero nadie comprende, que soy libre.

Te das cuenta…

lo feliz que soy cuando no me hablas?

Un poco de Dios y un poco del Diablo

Un poco de Dios y un poco del Diablo

me van llevando,

me arrastran por las calles del infierno

antes de poder decir que no.

Cuál devorará primero mis restos?

Cuál subyugará mi alma,

o lo poco que sobra?

Los dos se disputan mi llanto.

Ya casi me he quedado sin aliento de vida,

solamente me queda la muerte,

equidistante, indecisa.

Mi sonrisa termina en un lamento

y mi llanto en un solo deseo.                                                                                                      

Suplico que no demore mi espera

mientras.

Y si, Dios, se digna a bajar la mirada,

aunque sea por lástima

que tome las sobras,

mi voz gastada,

mis rezos en vano,

mi plegaria olvidada.

Que tome todo lo que me donó

pero que me deje descansar,

que me deje recostar

como un ángel que busca

y no encuentra paz.

Ya ves que es fácil seguir existiendo…

quedarse parada,

no pensar, mejor.

Mejor hacer los silencios eternos,

el dolor austero

y amar,

amar el sufrimiento.

Que no demore mi espera

Señor, que no demore mi espera
Preferiría ir al infierno de prisa,
antes que esperar el cielo sin sonrisas.
Preferiría que me destruyas de un zarpazo violento
antes de presenciar un Dios sangriento.
Preferiría un poco de piedad
antes de no poder tocar tu benignidad.
Preferiría que dejes de ensañarte conmigo
antes que me doblegues como a tu enemigo.
Preferiría que me dejes descansar
antes que me vengas a cazar.
Preferiría regalarte mi alma para que la destroces
antes que me acoses.
Preferiría ser incinerada para arrojarme en tus brazos
antes que detengas mis pasos.

Y todo para qué?
Si me pudieses responder...
pero no creo en ti.
Y como una ironía te hablo,
te sigo hablando...
aunque no sé a quién, o a qué le hablo
quisiera...
busco una respuesta,
como desde niña, siempre
siempre,
siempre la busqué.

No me conformo,
mi alma es una antorcha
que encendiste
pero que se va extinguiendo
y hasta aquel día lo intentaré,
te seguiré buscando...

Acuérdate de mí

Dentro de poco me parecerá que todo lo vivido no fue más que un sueño
y lo veré deshacerse, como cuando las olas golpean la orilla del mar
una tras otra,
vez tras vez
Todas y cada una de mis penas desaparecerán.
Me parecerá que todo cuanto puedo recordar fue un sueño
el cual nunca viví.

Todos y cada uno de mis recuerdos irán desapareciendo…
Y al morir el día,
moriré también
moriré por completo
pero renaceré por la mañana
antes del amanecer
con el primer rezo del alba.

Las delicadas sombras del descanso son sólo reminiscencias
estamos tan distantes.
Me veré cobijada cuando se cierre la puerta
en este lugar finito y silencioso.

Todas y cada una de mis cadenas irán desapareciendo,
me parece que las suelto, que las libero, las dejo ir.
Muero por completo al anochecer,
caigo de rodillas al fin,
clausuro mis ganas de vivir,
implorando piedad para poder descansar.

Todos y cada uno de mis pensamientos van para ti,
Porque tal vez tú,
y sólo tú,
podrías saber donde extravié mi alma,
tal vez tú,
y sólo tú,
mi Señor,
podrías encontrarme en el infinito océano de mis pensamientos,
en mi noche oscura.

Acuérdate de mí, al final del camino,
porque nunca quise que la maldad anidara en mi alma.
Fui una hoja de otoño que al final cayó y se secó.

No me dejes ir,
no permitas que me destruya poco a poco.
No me dejes aquí,
llámame con voz de ángel a una próxima vida.

No buscaré más a Dios

No buscaré a Dios en el cielo,
no, en las cosas buenas porque son su reflejo.
Buscaré a Dios en la hora última,
en la aflicción.
No lo buscaré en la abundancia,
lo buscaré en la escasez de amor.
No en la felicidad.
Lo buscaré en TI,
detrás de tu tristeza
aunque la ocultes, el universo te conoce.
No buscaré más a Dios porque lo encontré
en la empatía de sentir tu dolor,
en mí,
y compartir.
Dios es el aire que entra a nosotros,
cada latido.
No buscaré más a Dios porque lo encontré
en Ti
porque Dios es el universo,
presente en todo,
presente en la flor que crece entre el asfalto.

Cobijame

Quiero cobijarme bajo las alas de las mariposas

ir protegida en su vuelo
diáfora en cada una de ellas,
esparcida,
dispersa.
Lo podré hacer?

Has llano el camino,
el vuelo,
sin sarcasmos,
sin indirectas a medias,
sin dudar,
sin fruncir el ceño.

Cobijame bajo el vuelo
tardío,
profundo.
Has totalmente tuyo el duelo.

El tejido
color purpura
ve tiñéndolo de negro,
vez tras vez...

Flor Imperial

Me ensucié las manos
cavando mi tumba
desgarrando un poco más
lo desgastado.
Arrojé las piedras a las personas que me observaban
porque podían ver mi dolor.
No siempre le toca a todos por igual,
es una plusvalía mal calculada.
He llevado los restos post morten
debajo de la lengua
y cada vez que la abro
colonizan de la espina dorsal para abajo.

Es aquí,
en ningún otro lugar.

Lo aposté todo
pero ninguna flor imperial...
Aprendí, Tras dos intentos fallidos
sin embargo
no regresé completa.

Yo

Tendré que volver a nacer...
tendré que hacerlo
empezar todo de nuevo
para desterrar de mi mente esas imágenes vitalicias
que irrumpen.

No hice lo mejor que pude
me dejé arrastrar por las calles del infierno
no opuse resistencia,
dejé que incinerarán mi piel
para que quedaran cenizas negras
que ensuciaron mis manos
al tocarlas.

No hice nada,
esperaba que con suerte la vida me asesine.

Y hoy,
hoy como ayer...
lo que vomito
lo guardo para comerlo después.

Tal vez me podría cansar de esperar
porque hay un limite sagrado,
después de eso, ya no hay regreso.
Ansío demasiado cruzar esa linea
que tengo que frenar mis pensamientos
cada instante, cada segundo del día.

Penitencia

Qué deseas de mi?
Déjame en paz
estoy harta de abrir ese orificio en medio de mi rostro
del que solo sale la Calliphora vicina
Y si ya sabes todo de mí,
déjame en paz
que sólo te ofrezco el haberno
con gotitas de piedad,
dormir, con pesadillas a veces,
a veces no dormir,
a veces insomnio perpetuo.
Esa soy sin mascaras sin disfraces.
Amor,

ternura en piel y penitencia.

Amo mi mundo, no se vivir de otra forma
y quiero hacer mi palacio allí
en el submundo,
sin preguntas, sin cuestionamientos inútiles.

Maktub

Es mi destino, el que ya acepté
y frente al cual me rendí
no deseo seguir luchando
acepté mi parte en la realidad
el rol que debo seguir interpretando
en esta comedia que se llama vida,
seguir el libreto que el destino...
que el destino escribió con mi nombre.
Sólo aguardo el desenlace.
Y mientras tanto, la resignación es mi consuelo
mi alivio,
mi fortaleza.
No evadiré mi castigo,
asumiré con entereza los golpes
hasta que me consuma
hasta que se extinga este dolor.
Seré valiente.

Al llegar a la orilla

Ya todo terminó!!!
Y estoy cansada pero no quiero cerrar los ojos,
tengo sueño pero no quiero dejarme arrastrar por el cansancio
porque quiero seguir sintiendo,
que mis ojos pesen mil toneladas,
quiero seguir sintiendo la taquicardia,
mis manos frías,
mis piernas cansadas,
ese temblor que me asalta y me estremece.
Sí, quiero sentir todo,
todo eso y más...
quiero parecerme a mí,
no sólo por dentro, si no también por fuera.

Sí soy yo,
esa gota confundida en el mar y al llegar a la orilla.
Era yo, esa risa caída,
mi piel insana pero pura.

Yo! Cuando me recuesto a descansar,
tan sólo será otro despertar, más tarde,
otro despertar... es lo que temo...
despertar...
De darme cuenta que existo,
que tengo que despertar...!

Lo prometo

Desde hoy prometo serme fiel y llevar mis sueños a la realidad prometo dejar el pasado atrás pero nunca olvidar mi vida triste porque gracias a mi tristeza me conecto con el mundo y puedo sentirme un poco triste con los demás.

Prometo perseguir mis sueños en la luz donde los vea con claridad y en la oscuridad cuando no me vea ni a mí misma.
Prometo ser yo y nada más que yo, y no guardar nada detrás de mis labios cerrados.
Gritaré, hablaré venciendo el miedo pero a la vez atesoraré mis silencios, en mis tiempos de dar y en mis tiempos de recibir.
Prometo amarme en la felicidad y sobre todo cuando aseche la tristeza.

Prometo hacer las paces conmigo cada día. Seré feliz en mi tristeza y triste en mi felicidad porque sé que la que se impone no es la primera, si no la segunda, por eso la invitaré a mi casa, por eso me la beberé de prisa porque ya es parte de mi, se llama como yo, y cuando se mira al espejo me ve a mí.

Lo prometo.
Prometo que perseguiré mis sueños, prometo que seré libre. Trataré de alcanzarlos, estoy preparada para levantarme antes de haber caído y para morir antes que la muerte me bese en el rostro, lo ansío, estoy preparada y agradecida con la vida.

Prometo que perseguiré mis sueños porque ya no falta nada, ya no puede haber nada más... más que dar dos pasos para resbalar.
Prometo, lo prometo, quiero pensar que sí, que la noche será larga que no cerraré los ojos, que no dormiré porque no querré volver de ese viaje.

Lo prometo.

No me digas que miento

Justo ahora no me digas que miento,
dime que todas mis mentiras son verdad
que el frió no pudo acabar conmigo,
sólo me congeló el corazón
y dejé de sentir una vez más.

Eso fue inevitable
contar hasta tres,
no dejarme seducir por el silencio
enclavado entre mis labios
en mis sienes
cada vez que callo
cada vez que me traga la vida.

Y sin embargo puedo caminar todavía
puedo dar dos pasos cortitos...
Puedo seguir esperando...
mi tan ansiada señora.
A veces quiero ir a su encuentro
pero detengo mis pasos
esperando,
sin esperanzas,
o,
con esperanzas prohibidas
esperando que la vida me asesine
que me engulla en un segundo.

Eso fue inevitable,
contar hasta tres,
llegar a mi cuarto
vencida.

Flor marchita

Voy dejando tras mis años, esperanzas muertas
que caen haciendo sombra en los abismos de mis arrugas
entre mis ojos muertos.
Me miro en el espejo de los años y voy contando…
cuantas decepciones asolaron.
Y sigo estoico pero sin alma,
soy un paredón.
Vivo inmutado
acaeciendo tras el silencio.
No pude sobrevivir a mi,
me hice sombra.
He resignado mis adentros con ímpetu.
Se van marchitando los años
para ser añejos y bondadosos al fin.
Y aunque marchitos; intactos, recios.
Envueltos en una catarsis
convierten en intangible
la sinfonía hermosa del amor.