Introducción de la Autora

En este poemario, Esperanzas Prohibidas, mi primer poemario, realizo una interpretación personal del mundo emocional circunstancial que me rodea. A través de los poemas me desligo del peso de la vergüenza, al mismo tiempo que realizo un ejercicio descriptivo en el cual pretendo realizar un seudo paralelismo. La mayor parte de los poemas son Elegías Apologéticas, descripción bajo la cual deseo conceptualizar el mensaje de los poemas, siendo que estos son un canto a la vida en sus diversos estadios teniendo como protagonista idealizada a la muerte, para reivindicarla y entenderla como la sublime culminación de la existencia material que da paso a otra forma de existencia más conocida como muerte.

Aclaro a todos los lectores que esta es una parte de mi creación literaria, con respecto a POEMARIOS, sobre lo cual respeto las opiniones de toda índole, toda la critica negativa o positiva, por lo cual no serán borrados sus comentarios.
Muchas gracias por leerme,
Lesdia.

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sábado, 6 de julio de 2013

El día más feliz



Otro día más bajo la luz del sol
bajo la neblina cálida que me protege
que me enceguece
y se me parece tanto
que me puedo ver en el cielo,
me puedo sentir en la humedad
al respirar,
al cerrar los ojos
pareciese que estoy en todas partes
también enterrada,
y viva a la vez;
semi contenta
sonriendo.
Así ha sido
han venido
y se volvieron a ir
aunque jamas pude sujetarme
lo suficiente a una esperanza
todas se desprendían
de mi ropa...
eran las mariposas.
Lo único que guardé
lo he olvidado,
lo puse a salvo.
Noche...
no me tragues en tu oscuridad,
no me despiertes
de mis pesadillas
porque quiero ver tu rostro
déjame verte,
no me prohíbas morir.
No he huído aún
todavía me quedo
para ver la luz sin miedo
de ser hoy
de qué será mañana...
Y si pudiese desear algo...
desearía que no amanezca
que no exista un mañana
que sea este mi mejor día
el más feliz,
el último,
el mejor de mi vida.

Nunca existió



Las calamidades se volvieron secretos
las reconocemos
pasan de frente
rozan queriendo herir
aún más
porque los recuerdos aún sangran
brotan como afluentes.

Se van,
se han ido
en la garúa,
en la nota sol desaparecen
tratando de ser amnesia
o insania.

Nunca existió
el acorde de aquel piano
con el que me acordé
que no hay nunca más,
ni amnesia,
ni insania.

Ya sucumbieron ante nosotros…

Vamos todos al sepulcro
a descansar
de este mundo insano
de tanta vergüenza
que da desnudar el alma.

Pero antes,
abrázame
y dime que la vida no asesina.

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