Introducción de la Autora

En este poemario, Esperanzas Prohibidas, mi primer poemario, realizo una interpretación personal del mundo emocional circunstancial que me rodea. A través de los poemas me desligo del peso de la vergüenza, al mismo tiempo que realizo un ejercicio descriptivo en el cual pretendo realizar un seudo paralelismo. La mayor parte de los poemas son Elegías Apologéticas, descripción bajo la cual deseo conceptualizar el mensaje de los poemas, siendo que estos son un canto a la vida en sus diversos estadios teniendo como protagonista idealizada a la muerte, para reivindicarla y entenderla como la sublime culminación de la existencia material que da paso a otra forma de existencia más conocida como muerte.

Aclaro a todos los lectores que esta es una parte de mi creación literaria, con respecto a POEMARIOS, sobre lo cual respeto las opiniones de toda índole, toda la critica negativa o positiva, por lo cual no serán borrados sus comentarios.
Muchas gracias por leerme,
Lesdia.

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viernes, 21 de diciembre de 2012

Yo no quiero ir al cielo



Yo no quiero ir al cielo
Quiero subir a un rascacielos
y arrojar el gran peso que cargo encima.
No me quiero bajar
de esta montaña rusa con vida.
La película todavía no se proyecta sobre mí,
todavía no me aniquila.

No

No quiero ir al cielo,
quiero mi paraíso artificial,
una droga asesina,
aquí y ahora.
No puedo esperar.
Quiero bailar,
reírme de mi
como si fuese mañana,
como si hubiese amanecido.

No

Muchas gracias pero no.
No quiero que me quites la esperanza.

No y 24 horas no.

Puedes tragarme sorbo tras sorbo
y observar como me consumo.
La cocaína está servida en la mesa,
hay una copa de vino también.
Esta vez no me equivoco
aspiraré algo mejor que ser.
Te dejaré creer que me salvas.

No deseo ir al cielo,
ya no le temo al sufrimiento, ni al infierno.
Y después de tanta espera, no habrá valido la pena
quedarse atrapada
mientras.

Al cielo se va descalza,
después de un largo peregrinaje
lleno de espinas que se te clavan,
cuando caes e intentas sujetarte a lo que sea.
A una mentira blanca
aunque no sea suficiente para poder sujetar
tu fe, siempre se desprende.
Esa fe que por momentos desaparece…

Al cielo no voy
porque si hago algo bueno, es porque así lo deseo.
Ya tuve suficiente.

No hago bondades para merecer el cielo.
Señor, no quiero ir al cielo,
no deseo más, del cielo y sus dogmas asfixiantes,
no más voto de obediencia irracional,
ni absolutismo
porque soy libre
para morir y escoger cuando.
No seré una ilusa,
tengo las palmas de mis manos aun para ocultarme de la luz
para que no me haga daño.

Me he vestido y me he desnudado como en el Edén
pero nadie comprende, que soy libre.

Te das cuenta…
lo feliz que soy cuando no me hablas?

2 comentarios:

archiperou dijo...

Me encanta... ademas se parece en algo a uno de los mios...jorge

archiperou dijo...

Me encanta... ademas se parece en algo a uno de los mios...jorge


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