me he perdido en este mar de pensamientos
que se volvieron una tormenta en mi interior.
Las olas han reventado en la orilla,
la calma no regresa,
solo vuelven las olas golpeándome,
una y otra y otra vez...
No puedo escapar de la orilla.
El mar me trasciende,
ahoga mis pensamientos,
sin liberarme.
Tengo miedo,
la paz se hundió en la arena, se me va.
No hay orilla segura que me refugie.
No sé dónde...
Únicamente escapando, dejando volar el cielo,
deteniendo la arena y hundiéndome junto con ella,
perpetuando el sonido de la mar,
dejándome arrastrar a donde vaya el silencio,
donde mis ojos se pierdan en otra orilla lejana
Todo lo olvidé, vacía.
Mitad carne mitad vida.