Introducción de la Autora

En este poemario, Esperanzas Prohibidas, mi primer poemario, realizo una interpretación personal del mundo emocional circunstancial que me rodea. A través de los poemas me desligo del peso de la vergüenza, al mismo tiempo que realizo un ejercicio descriptivo en el cual pretendo realizar un seudo paralelismo. La mayor parte de los poemas son Elegías Apologéticas, descripción bajo la cual deseo conceptualizar el mensaje de los poemas, siendo que estos son un canto a la vida en sus diversos estadios teniendo como protagonista idealizada a la muerte, para reivindicarla y entenderla como la sublime culminación de la existencia material que da paso a otra forma de existencia más conocida como muerte.

Aclaro a todos los lectores que esta es una parte de mi creación literaria, con respecto a POEMARIOS, sobre lo cual respeto las opiniones de toda índole, toda la critica negativa o positiva, por lo cual no serán borrados sus comentarios.
Muchas gracias por leerme,
Lesdia.

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lunes, 14 de enero de 2013

Oración antesecior




Señor,
arrástrame al infierno como lo has estado haciendo
y termina de escupirme de tu boca,
se la lanza que me traspasa
se el vino convertido en sangre y bébeme de un sorbo
amargo, embriagantemente asfixiante.
Se el veneno en mis labios,
que tu palabra me mate.
Que el dolor sea eterno
que se prolongue sin sentido
sin misericordia
para poder sufrir lo suficiente.
Tu piedad no ha llovido,
tu piedad ha erosionado mis sentimientos.
Podrías guardar mi silencio
para que permanezca por siempre en mí?
Y si callera, podrías perdonarme antes de pedir perdón?
Me cansé de tocar la puerta, no te entiendo.
No podrías ser… tan cruel. 

viernes, 4 de enero de 2013

Míserere Meí


Señor,
ten piedad de mí.
Asesíname.
Cuando todavía vea el sol,
cuando todavía los rayos de luz iluminen mi rostro.

Antes de perder
este poco de esperanza en mi mirada,
antes que escape sin gravedad
llevada a tu altar.

Un poco de misericordia.

Dame tu mano y llévame
donde no conozco
al lugar sobre el pavimento hirviendo,
descalza
colócame sobre las púas
para saber de qué estoy hecha
y qué es lo que me hace falta.

Míserere meí
Míserere meí
Míserere meí

Continua cantando para mí
cuando voltee a mirar.
No me dejes sola en la última estrofa
en contra alto, 
ni sobre el pasto, ni debajo de el.

Cierra mis puertas y mis asideros
cuando deje de jadear
cuando deje de dolerme
cuando sea totalmente tuya
e insensible.

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