Introducción de la Autora

En este poemario, Esperanzas Prohibidas, mi primer poemario, realizo una interpretación personal del mundo emocional circunstancial que me rodea. A través de los poemas me desligo del peso de la vergüenza, al mismo tiempo que realizo un ejercicio descriptivo en el cual pretendo realizar un seudo paralelismo. La mayor parte de los poemas son Elegías Apologéticas, descripción bajo la cual deseo conceptualizar el mensaje de los poemas, siendo que estos son un canto a la vida en sus diversos estadios teniendo como protagonista idealizada a la muerte, para reivindicarla y entenderla como la sublime culminación de la existencia material que da paso a otra forma de existencia más conocida como muerte.

Aclaro a todos los lectores que esta es una parte de mi creación literaria, con respecto a POEMARIOS, sobre lo cual respeto las opiniones de toda índole, toda la critica negativa o positiva, por lo cual no serán borrados sus comentarios.
Muchas gracias por leerme,
Lesdia.

Translate

martes, 8 de octubre de 2013

Ecos de un mundo sin nadie



No ha sido igual siempre porque los sonidos se convirtieron en barullos
cual peregrino de una vida amarga, ahora descansan para luego trabajar
en jornadas de horas inclementes.
Una y otra vez vuelven a ser, se transforman en una catarsis reparadora
que errante vaga por el viento del amanecer.
Han construido con manos muertas ya muchos muros
para evitar que escapen la resignación y la esperanza,
como una cárcel, como cautivas de la tristeza que roza mi cuerpo.
Podría creer que caigo y sin embargo me elevo por encima del mundo.

Una sencilla sonrisa y una lágrima adornan mi rostro después que el mundo me calló encima.
Y quise buscar un motivo para sobrevivir pero no lo encontré.
Y quise encontrar un motivo para mantenerme en pie pero caí.
Y perdiendo viví, olvidando que estaba refugiada en el silencio.

Ahora no me quedan algunos ojos a los que aferrarme, sólo me han quedado los míos
perdidos, vacíos, congelados, inanimados.
Estoy muy sola, tanto que mis gritos y mis lágrimas caen en vacío
se absorben
y como ecos de un mundo sin nadie los vuelvo a escuchar
vez tras vez.
Soy, yo, llorando...
gritando...
Implorando misericordia al Señor.
Y sino a quién?

No hay comentarios:


Visitas, desde Octubre del 2010: